``Con otros ojos´´ es como se va a titular la sección
dirigida por Sor María Dolores Pérez, Madre dominica del Monasterio
"Sancti Spiritus" . Ella misma se presenta con está descripción:
Nacida en Madrid,
dominica desde 1980, antes fui funcionaria del Ministerio de Agricultura, lo
que llamaban Semillas, total analista de laboratorio, de semillas, claro. A la
vez estudié Filosofía y Letras(entonces, en la Autónoma de Madrid, especialidad
de Historia del Arte. Viajé mochila al hombro en las vacaciones por toda
Europa, e incluso llegué a Egipto y Bulgaria, que era algo insólito por los
años 70. Salía, estudiaba idiomas.... Traté de hacer la tesina con el entonces
director del Museo del Prado, pero el gusanillo de venir a la vida
contemplativa ya rondaba. Hice varios cursillos de pintura para restauración, y
oposiciones para profesor de Instituto, pero el Señor ganó y soy feliz como
monja en Toro desde entonces.
Con ello, he salido ganando pues no he perdido gusto por
nada de lo anterior: leer, música, la celta me encanta, el deporte, el fútbol,
y todo en general y además el ciento por uno, que es Dios.
Miro hacia atrás y me doy cuenta que es más que toda una vida, tres generaciones con las que he hablado desde aquí, dentro del monasterio y sólo puedo deciros: “Soy feliz”, no me cambiaría por nadie. ¿Qué ha habido problemas? - ¡Claro que sí!; ¿qué ha habido momentos difíciles? - ¡Claro que sí!; ¿qué las personas y las hermanas que han caminado junto a ti en este tiempo poco a poco se han ido? - ¡claro que sí!; todo, forma parte de la vida que Dios nos regala cada día, y con ella me ha regalado, hasta el hoy presente, el don de la fe, el don de la fidelidad y el don de la confianza, todo es regalo. Soy feliz de ser… monja. Cada día comparto y llevo a la oración, las enfermedades, los problemas de trabajo, de la violencia, de las guerras, los gritos que se dejan oír en tantos medios y los que no aparecen en ellos de las personas, de mis hermanos que viven sin saber por qué, o de todos aquellos que no desean seguir adelante. Pero también las alegrías de todos, los buenos momentos, las vidas que nacen, los trabajos que se consiguen, los finales de los estudios, las alegrías que surgen en las buenas sorpresas... y todo aquello lo que llena de gozo.
Ser monja, amanecer con alabanzas, atardecer con aquello que ha acontecido durante el día, presentando los cansancios y trabajos. Vivir conectadas “a tiempo real" con Cristo.
Ser y sentir algo tan sencillo como la vida misma.
Preciosa vocación la de Sor María Dolores. Está más que claro que Cristo enamora, este testimonio es un regalo de Dios.¡ Dios la bendiga!.
ResponderEliminarGracias Sor Lola, por la reflexión; Qué valor tan grande la oración, que hace posible que cada uno esté conectado a tiempo real, con el latir y el sentir de Cristo. Al igual que esa sensación de la niebla, que parece que no hay nada; Es vuestra oración, pidiendo por todas las necesidades de los hermanos; Por ello, la fuerza de la oración, no se ve, como con la niebla, pero es que tras la niebla está el sol. Gracias otra vez. Juan Ma op
ResponderEliminarLe pido a mi Seňor,que vuestro amor a Él nos siga contagiando tanta locura!! Bendito Amor..Bendita locura!! Vuestra parasiempre...Lolica!!! Cuanto tengo que agradeceros ....a todos!! Gracias Seňor!! Os quiero!!!
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