El Miércoles de Ceniza es un día de ayuno y abstinencia. Realizamos además el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual.
Así lo hemos profesado está mañana en la Santa Misa del Miércoles de ceniza, en nuestra Capilla.
Queridos hermanos y hermanas, comencemos
confiados y gozosos el itinerario cuaresmal. Cuarenta días nos separan de la
Pascua; este tiempo «fuerte» del Año litúrgico es un tiempo favorable que se
nos ofrece para esperar, con mayor empeño, en nuestra conversión, para intensificar
la escucha de la Palabra de Dios, la oración y la penitencia, abriendo el
corazón a la acogida dócil de la voluntad divina, para practicar con más
generosidad la mortificación, gracias a la cual podamos salir con mayor
liberalidad en ayuda del prójimo necesitado: un itinerario espiritual que nos
prepara a revivir el Misterio pascual.
VIVE DE CRISTO
Cuando las tormentas d la vida se aglomeren cerca d mi,cuando pruebas y tentaciones me opriman fuertemente,se Tú mi refugio y mi fuerza!! Vuestra Lolica que os quiere y esta con vosotras......para siempre!!!
ResponderEliminar¡¡¡ Que grande es el Señor!!! y que grande eres tú.¡'cuantas maravillas está haciendo el Señor en ti! Nos llena de alegría saber que la semilla de la gracia está fructificando el cien por cien. Un abrazo, de tus Monjas con todo cariño.
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