2 de noviembre de 2015

Conmemoración de los Fieles Difuntos en Nuestra Comunidad.

    Todos aquellos, los conozcamos o no. Todos aquellos que murieron y no fueron relevantes para nadie, son importantes para Dios. Dios se acuerda y escucha el sufrimiento, muerte, incluso, la más pequeña de sus criaturas. Y no los entrega al olvido de las víctimas de la Historia sino que los sienta a su lado en el Reino eterno. Dios los restituye, los restaura, para secar cada una de las lágrimas que tuvieron en vida. Para consolar todas y cada una de la penas por las que murieron. Allí llegaremos un día nosotros; y comprenderemos cómo de unidos y de iguales somos todo el género humano. 

    Nuestra Comunidad este día se hacen oraciones muy especiales por los que ya “partieron” de este mundo y esperan que el Señor los acoja en su seno. Con un cariño especial se arregla el cementerio donde reposan nuestras hermanas de Comunidad. Y por la tarde vamos a cantarles responsos y a estar con ellas para recordar su paso entre nosotros y resaltar en lo que cada una resaltó en virtud y gratitud al Señor que nos llamó a la vida religiosa. Descansen en paz.
                                                                        Sor Guadalupe Jiménez O.P







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