11 de marzo de 2015

ANTE LAS RESPUESTAS DE JESÚS A LAS TENTACIONES CON LA HNA. CARMEN PÉREZ

UNA VENTANA ABIERTA
ANTE LAS RESPUESTAS DE JESÚS A LAS TENTACIONES 

Dice Soren Kierkegaard que quien no repite nunca es un esteta, quien repite sin convicción un filisteo y quien repite de verdad un hombre de bien, un hombre que se deja interpelar por la verdad. 

Me parece muy buena la cita de Kierkegaard. Con esta cita empezaba en el Congreso de Católicos y Vida pública del año 2009 su intervención Manuel Pizarro Moreno. El tema del Congreso fue: La política al servicio del bien común. Por cierto su intervención fue aplaudidísima y muy comentada. 

Y en su intervención hay una reflexión muy de ahora mismo sobre como la Iglesia se forja en las crisis, en los tiempos fuerte, porque “la Iglesia nace del misterio de la Cruz donde nada menos que Jesús de Nazaret, en sus penúltimas palabras deja escapar un grito de abandono: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado? Luego esa crisis pasa. Encomienda su Espíritu al Padre y por supuesto llega la Resurrección y se crea la Iglesia tal como la vemos” Tiene la misma vivencia que Chesterton en Las muertes de la fe. Recuerda Pizarro la reflexión de S. Pablo: nos persiguen, nos derriban, pero no nos rematan. Al final, la Iglesia siempre sobrevive a todas las dificultades.

Manuel Pizarro es un economista, jurista, político, abogado del Estado, agente de cambio y bolsa, antiguo presidente de Endesa. Académico de Número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y de la Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación. No se si me falta algo. Pero digo esto, porque precisamente, con todo este historial, cuando le oi hablar sacó a la luz un profundo sentido cristiano, una sencillez y claridad en su exposición que a todos nos conmovió. Centró su conferencia, “Orden social y económico: una respuesta cristiana a la crisis”, en las tentaciones de Jesús, y luego hizo un pequeño recorrido por la encíclica la “Caridad en la verdad”. He leído y reflexionado con los dos, con el Papa Benedicto XVI y con Manuel Pizarro, sobre este punto concreto de las Tentaciones de Jesús. Evidentemente, como la inmensa mayoría de la gente, sólo tengo al alcance “mis pobres tentaciones y mis pobres medios” pero es lo que me toca: mis medios humildes, mis gestos secretos, mis sacrificios invisibles en el silencio, en la paciencia, en el respeto, en el esfuerzo diario, en mi conversión continua

Pizarro se pone ante las respuestas de Jesús a las tentaciones, y también hace un pequeño recorrido sobre la Caridad en la verdad. Su punto de mira es como se enfrentó Jesús a las tres tentaciones de soberbia que ha cometido el sistema financiero en el mundo que nos toca vivir. El problema está en que hay que poner la economía al servicio de la persona, con principios, con valores, con amor al trabajo bien hecho, que es lo mismo que decir “como Dios manda” ¿Verdad que ayuda que, precisamente, un hombre como él esté convencido de esto? 

Primera tentación, “Haz que las piedras se conviertan en panes”, sin poner un euro de nada, mediante el apalancamiento financiero, con algo que coges del suelo sin aportar ningún valor añadido, ¿pretendes hacer pan? No puede ser… El primer error es pensar que de la nada, sin trabajar, sin valores, sin principios, se pueden transformar las piedras en panes. 

Segunda tentación Tírate desde lo alto del templo que los ángeles te recogerían” Utiliza mecanismos extraños del sistema financiero, apaláncate de todo lo que quieras, utiliza futuros, derivados, lo que sea, que no va a pasar nada…Pues pasa. No se puede vivir sin principios, sin valores. No se puede no hacer las cosas bien. Cuando las cosas no se hacen bien, cuando uno se tira del templo abajo, al final se destroza. Porque no se puede tentar a la naturaleza, porque no se puede vivir sin principios, ni convicciones. 

Tercera tentación, Todo esto te daré si postrándote me adoras”. Dicho de otro modo, la adoración al becerro de oro es la causa de la crisis que nos ha tocado vivir. De esto no hay duda. 

Las tentaciones de Jesús se llama un capítulo del tomo I del libro “Jesús de Nazaret”, de Benedicto XVI que a muchos, muchos, nos gusta tanto, y que les invito a tomarlo como oración para este tiempo precisamente. Repito constantemente el bien que hacen estos tomos de Jesús de Nazaret. Dios quiera que lo repita de verdad, y dado lo que experimento y el bien que me hacen a ver si voy aprendiendo a ser “una persona de bien”, porque con la ayuda de nuestro Padre Dios todo lo podemos.

Ciertamente en las tentaciones de Jesús y en sus respuestas está nuestra vida diaria dice Benedicto XVI. El planteamiento de nuestra cuaresma es claro: una verdadera búsqueda de Dios, de su palabra y de una recta orientación de la vida. Este es el verdadero sentido de la cuaresma. Jesús de Nazaret ha traído al Dios verdadero. Nuestra manera de dirigirnos a El es la de un hijo con su Padre. Desde la verdad de nuestra conciencia conocemos el camino que debemos seguir como hombres en este mundo. El nos ha traído la verdad sobre nuestro origen y destino. “Jesús ha vencido en la lucha contra Satanás: frente a la divinización fraudulenta del poder y del bienestar, frente a la promesa mentirosa de un futuro, que a través del poder y la economía, garantiza todo a todos, El contrapone a Dios como auténtico bien del hombre. Frente a la invitación a adorar el poder, el Señor pronuncia unas palabras del Deuteronomio, el mismo libro que había citado también el diablo: Al Señor tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto”. 



Sólo así se respetará uno a sí mismo y a los demás, que toda va unido, se amará de verdad, y se será un hombre que se interpelar por la verdad.

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